No es normal que una niña sea madre a los diez años. Es algo que sorprende aquí y que debe hacerlo también en cualquier otro país, con independencia de la raza, costumbre o religión que profese. Sin embargo, la madre de la niña-madre no entendía tanto revuelo en torno al caso, ni la expectación mediática generada: “está muy bien y muy feliz con su hija. Aquí no es normal, para nosotros sí. No es tan pequeña”, decía Olimpia, que ha sido abuela a los treinta años.
Por otro lado, la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, ha pedido a los medios de comunicación que dejen de "acosar" a la familia de la niña que ha sido madre con sólo 10 años, y ha anunciado acciones legales contra los que hayan revelado la identidad de la pequeña o su domicilio en la localidad sevillana de Lebrija. Segarra ha acusado a los medios de comunicación de "poner a la menor en situación de riesgo" y de "obstruir la labor de los servicios sociales del Ayuntamiento". La fiscal jefe solicitará, "de persistir la situación de acoso", una nueva vivienda al Ayuntamiento de Lebrija para la familia de la menor. Según ha explicado Segarra, la familia de la pequeña asegura haber recibido ofertas de dinero y regalos para dar entrevistas a determinados medios.
El siguiente video es sólo un ejemplo de cómo los medios han hecho públicos datos que vulneran el derecho a la intimidad de la menor, tales como su domilio, nombre de familiares y nacionalidad.
Recomiendo el artículo de José Manuel Atencia, hoy en El País.
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